Este domingo nos reunimos para celebrar el tercer domingo después de Trinidad. En esta ocasión reflexionaremos sobre una parábola de Jesus muy conocida: el hijo pródigo. Este es el hijo que pide su herencia y se va de su casa malgastando su dinero. Sin embargo, en su frustración y sufrimiento decide volver a la casa de sus progenitores. Su padre lo recibe feliz y con los brazos abiertos. Incluso le prepara un festín a su hijo, porque “estaba muerto y ha revivido, se había perdido y ha sido encontrado”.
Al igual que el padre que recibe al hijo que se ha perdido, Dios también nos acoge a nosotros, sus hijos. A pesar de equivocarnos en nuestras decisiones o tomar caminos que no nos son convenientes y nos hacen sufrir, su casa está siempre abierta para que volvamos y nos sintamos cobijados por su amor.
Les esperamos con alegría para reflexionar sobre este texto y sus enseñanzas para nuestras vidas.
Cultos en El Redentor:
10:30 horas en alemán – Vicario Pablo Catrileo
12:00 horas en español – Vicario Pablo Catrileo
Culto en San Pablo:
12:00 horas en español – Vicario Karl Michael