Reflexión 1er Adviento

Reflexión 1er Adviento

¡Ábranse puertas eternas! ¡Quédense abiertas de par en par y entrará el Rey de Gloria! (Salmo 24,7)

Dios, el Rey de Gloria, el creador del cielo y la tierra, nos llamo a la puerta, no como un rey poderoso, sino como un niño que nace en un pesebre. En los tiempos donde el poder del dinero y la fuerza determinan nuestra valía, Dios nos recuerda que él mismo se hizo humano y débil para entrar a nuestro mundo.

Y si Dios se hace humilde para nuestra salvación, él nos invita en este primero de adviento para que humildemente abramos nuestro corazón y lo dejemos entrar y que permanezca en nosotros.

Con afecto, Pablo Catrileo, Vicario ILCH.