Las mujeres se asustaron mucho cuando encontraron la tumba vacía. Esto no lo habían esperado. Salieron corriendo y con miedo. Ahí en Galilea donde todo había comenzado, donde habían vivido su vida normal, donde Jesús había ayudado a tantas personas, iban a encontrar a Jesús. Las mujeres se movieron y vivieron su encuentro con Jesús en un proceso personal e íntimo.
Les deseamos en esta Pascua de Resurrección un feliz viaje que transforme la angustia en alegría, la noche en día. Deseamos tiempo y paciencia para encontrar a Jesús vivo todos los días de nuevo.
Compartimos el momento de prédica sobre Marcos 16,1-8 en alemán y en castellano. Lo pueden ver en nuestro canal de Youtube Iglesia Luterana El Redentor.
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