Jesús es torturado, es aplastado y eliminado. La violencia y la injusticia ganan. Miedo, amargura e impotencia quedan. El sufrimiento que provoca el actuar cruel y destructivo del ser humano queda a la vista como en un lienzo grande. Nos conmueve. Vemos lo que experimentamos y lo que otros padecen. Hoy nos tomamos tiempo en los cultos para mirar conscientemente, para descubrir la solidaridad de Jesús, para concebir esperanza que viene algo después de la petrificación y la eliminación.
Compartimos el momento de prédica sobre Lucas 23,32-49 en alemán y en castellano. Lo pueden ver en nuestro canal de Youtube Iglesia Luterana El Redentor.