Cuando recién llegué a vivir en Chile (1989) era el mes de Diciembre y como yo estaba acompañando a mi marido chileno que no participaba en ninguna iglesia, resolví buscar “Iglesias luteranas en Santiago”, así llegué a conocer la Iglesia Luterana El Redentor.
Mi familia en Brasil ya frecuentaba una Iglesia Luterana en Rio de Janeiro y yo me sentí muy identificada con las enseñanzas de Martin Lutero
El Domingo de Navidad cuando asistí a una representación de los niños de la Escuela Dominical, me gustó mucho, me identifiqué con la representación, los villancicos tan bien cantados y cuando nació mi hija Ana Beatriz, mi marido y yo ya estábamos frecuentando juntos los cultos dominicales y decidimos bautizarla ahí. en noviembre de 1990.
Estuve con mi cuñada (chilena y anglicana) conversando varias veces con el Pastor Wagner antes del Bautizo de Ana. De a poco me fui integrando a la Comunidad, conociendo a más personas, participé en la Escuela Dominical durante algunos años y siempre llevando a Ana y después a Ricardo conmigo también.
Con la llegada del Pastor Esteban Alfaro retornando a Chile, con su señora brasilera, nos hicimos amigas, con los niños de la misma edad y también convivimos con Sabine, Christel, Cecilia y Gustavo (que nos apoyaron mucho, incluso fueron nuestros padrinos en un Encuentro Matrimonial).
Me sentí muy bien acogida en la Comunidad desde entonces, participando en algunos grupos de Estudio Bíblico con el Pastor Kurt Gysel y después con P. Esteban Alfaro, también participé algunos años en el Coro Santiago Gospel que se reunía en la sala parroquial y en grupos de oración con Lony Scheel, Christel, Fabiola y también Campamento en Puerto Fonck (cuando nuestros hijos eran muy pequeños).