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Tú, oh Dios, nos has puesto a prueba; nos has purificado como a la plata.

Nos has hecho caer en una red; ¡pesada carga nos has echado a cuestas!

Las caballerías nos han aplastado la cabeza; hemos pasado por el fuego y por el agua, pero al fin nos has dado un respiro (Salmos 66:10-12).

El salmista da cuenta de la esperanza en la promesa imperecedera de Dios: quien salvó a su pueblo en el pasado, lo salvará nuevamente, aunque para ello tenga que ser purificado (probado) como la plata (por el destierro, por las dificultades). En sintonía con esto, habla el apóstol Santiago (1:2-8); pero, hay un aspecto que llama mucho la atención: aconseja vivir las pruebas con alegría, alegrarse por ellas, porque aquí es donde la fe es probada, dando muchos frutos. ¿Qué alegría es ésta? ¿Es posible vivir alegres en medio de la aflicción? Sobre estas preguntas queremos reflexionar el día de hoy, en nuestra Oración de la Noche. Le invitamos a acompañarnos, a partir de las 21:00 hrs. en nuestro canal de Youtube Iglesia Luterana El Redentor o haciendo click en el enlace abajo.