De Pastor Esteban Alfaro
Oración: “El Señor es Dios, el Señor es uno. Bendito sea el nombre del Señor y su Santo Reino. Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu mente y con todas tus fuerzas; y a tu prójimo, como a ti mismo”. Amén. |
Meditación: (Basada en un texto del libro: “El Jesús Desconocido”)
Texto: San juan 13:1-9.
Esa noche de jueves, Jesús de Nazaret reunió a sus discípulos para celebrar una cena. Comenzaba la gran celebración de la Pascua; el pueblo de Israel se preparaba para sacrificar los corderos de la comida ritual. En la cena de Pascua el pueblo de Israel conmemora su liberación de la esclavitud en Egipto. Es día de fiesta y comunión motivada por la presencia de Dios en su historia. Recuerdan anualmente que el Señor protegió sus casas de la peste que afectó a los primogénitos egipcios.
Jesús había enseñado en el templo desde su llegada a Jerusalén una semana antes, sabiendo que se acercaban momentos difíciles. Planeo el encuentro considerando todas las formalidades: un lugar discreto, el reparto del pan y el vino, el canto de himnos y salmos, además de los elementos rituales de la cena pascual.
Jesús tenía un propósito solemne: darle a su muerte un significado trascendente y vivificador. Y a través de su gesto, también entregarle a nuestra vida y su final, el carácter que Dios ha querido imprimirle desde el principio. A saber: que el don de la vida otorgada, no tiene fin.
Toda la celebración junto a sus discípulos fue extraordinaria. Incluso desde antes de comenzar la cena.
Jesús hizo algo que incomodó a sus invitados con un acto totalmente inesperado. En esa época el viaje hasta la casa de otro dejaba a los invitados fatigados y como todos usaban sandalias, con los pies sucios y relativamente maltratados. Era costumbre entonces, que un criado recibiera a los huéspedes de rodillas para lavarles y secarles los pies. Era una tarea absolutamente servil. En el caso de Jesús era el acto de un rey que entendía su rol de un modo totalmente opuesto a lo usual. Un rey que viene para servir a su pueblo. Un rey humilde, un Señor que está dispuesto a establecer un ejemplo de comportamiento humano que sobrepasa los roles establecidos y nos introduce en una nueva forma de relación.
Humildad
Que difícil concepto para la naturaleza humana. Vivir en actitud humilde, sea cual fuere nuestro lugar en sociedad. Desarrollar una actitud empática y solidaria en el ámbito que nos ha tocado vivir. Humildad para esperar, humildad en el actuar. La humildad cura y construye. Nos enseña a entender quienes somos y quien es nuestro Dios, nos enseña de que se trata ser cristianos. Sea cual fuere nuestra tarea en este mundo, es un servicio para los demás. La negativa a dominar, a esgrimir el poder. Es la voluntad de entregarse y usar nuestros dones y talentos para el bien y desarrollo de los demás y el nuestro. Ese es el espíritu que Jesús desea compartir con sus amigos, tanto entonces como ahora.
Amén.
Himno: “Oh, amor que no me dejarás” (Segunda estrofa, Culto Cristiano) Mi antorcha débil rindo a Ti; Con fe te entrego el corazón Seguro de encontrar en Ti Más bello resplandor. |
Bendición: Que el Señor te bendiga y te guarde. Haga el Señor resplandecer su rostro sobre ti. Y tenga de ti misericordia. Vuelva el Señor su rostro a ti Y te conceda su paz. Amen. |
Amén.