Reflexiones domingo Laetare

Reflexiones domingo Laetare
ISAÍAS 66, 10-14

10 Todos ustedes, los que aman a Jerusalén, ¡alégrense y regocíjense con ella!
¡Llénense de regocijo por ella, todos los que por ella se han entristecido!
11 Porque ella los amamantará en sus pechos, y los consolará y dejará satisfechos;
ustedes serán amamantados, y disfrutarán de las delicias de su gloria.

12 Ciertamente, el Señor ha dicho:

«¡Miren! Voy a extender sobre ella la paz y la riqueza de las naciones,

como si fueran un río desbordado.

Ustedes serán amamantados y llevados en brazos, y mimados en el regazo.
13 Yo los consolaré a ustedes como consuela una madre a sus hijos,

y en Jerusalén hallarán consuelo.»
14 Ustedes verán esto, y su corazón se alegrará
y sus huesos se rejuvenecerán como la hierba.
La mano del Señor se dará a conocer entre sus siervos,
y su enojo se manifestará contra sus enemigos.


Dios inspira al profeta Isaías en medio de tiempos muy difíciles a una profecía
sorprendente: Con una invitación a alegrarse y regocijarse en medio de la
tristeza y desolación! Comparando a Jerusalén con una madre que amamanta
en sus pechos y prometiendo un futuro lleno de delicias, paz y riquezas…
No debe haber sido fácil de creer todo esto…
PERO: Curioso: A pesar que nunca en la historia se ha cumplido esa profecía
y nunca Jerusalén ha sido una ciudad de paz, durante toda la historia textos
como estos han mantenido la fe y la esperanza en el pueblo Israel. A pesar de
todas las experiencias traumáticas: Siempre Jerusalén ha sido la ciudad
simbólica anhelada: la ciudad de Dios, la ciudad del mesías. A pesar de que
fue conquistada y el templo destruido, durante todos los siglos siguió siendo la
ciudad anhelada y hasta hoy muchos judíos quieren ser sepultados delante de
sus muros para esperar la resurrección final y el reinado del mesías!
(Una expresión de este anhelo es el himno: Jerusalén ciudad de oro)

 
https://www.youtube.com/watch?v=mBV34VpWAfs
Es la fuerza del texto, el espíritu detrás de él, que despierta esta fe.
Y la experiencia de este espíritu.
El Espíritu que dice:
“Yo los consolaré a ustedes como consuela una madre a sus hijos”.
Qué linda y emocionante comparación: Dios como madre.
¿Y cómo consuela una madre a sus hijos? Simplemente con su presencia, con
sus palabras “Yo estoy contigo, pase lo que pase.”
Y cuan bien y protegido uno se siente en los brazos de la madre.

Nosotros los cristianos reemplazamos el símbolo Jerusalén por un Nombre:

¡Jesucristo!En sus brazos podemos creer y esperar – pase lo que pase.
El Apóstol Pablo escribe:

Romanos 8:35-39:

¿Quién nos separará del amor de Cristo?

¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores

por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que

ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades,

ni lo presente, ni lo por venir,

ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Por eso cantamos:
“En Jesucristo se halla la paz”
https://www.youtube.com/watch?v=fOQirWTeXqI
O el himno en alemán:
“In dir ist Freude in allem Leide, o du süsser Jesus Christ“.
https://www.youtube.com/watch?v=A6phx6qDkxQ
“La causa es tuya o salvador”
https://www.youtube.com/watch?v=k8Q3flPLDIw
En alemán: Die Sach ist Dein o Jesucrist
https://www.youtube.com/watch?v=QjgvwnjEtUU
o    Tu eres mi protector
https://www.youtube.com/watch?v=Og8i7h-82Dk
el original en inglés: You are my hiding place
https://www.youtube.com/watch?v=ElVC6rfX3Z8
en alemán:
Du bist mein Zufluchtsort
https://www.youtube.com/watch?v=yJsfLi04GSg