La Fe cristiana intenta a describir el indescriptible misterio divino con fórmulas trinitarias. Por ejemplo el saludo del Apóstol Pablo al final de su segunda carta a los Corintios:
Que la gracia del Señor Jesucristo,
el amor de Dios,
y la comunión del Espíritu Santo
sean con todos ustedes.
Amén.
Muchos pastores/as lo citan como “saludo del púlpito” al inicio de la predica dominical. Como también todo el culto se celebra “En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”
Con la doctrina de la Trinidad el Cristianismo quiere expresar que Dios no quiere estar solo. Es UNO, pero no es SOLO. En lo Divino todo es RELACIÓN y COMUNIÓN. Es como Padre que engendra, ama y envía al Hijo, Jesucristo, que ama al Padre, y como Espíritu en relación de amor en, con y para toda su creación. En esta misteriosa y nunca comprensible relación y comunión trinitaria nacimos, vivimos y morimos. Esa “Santísima Trinidad” quiere inspirar nuestra manera de creer, pensar y actuar, nuestra meditación, nuestras relaciones y nuestra comunión.
Pastor Siegfried Sander
Iglesia El Redentor
Iglesia San Pablo