Les invitamos a leer nuestra carta a la comunidad para el primer semestre de 2018
Encuentran la carta completa en castellano aquí Gemeindebrief C 2018 y en alemán aquí: GemeindebriefDMärz2018
Querida comunidad del Redentor:
Los saludo con algunas reflexiones sobre el versículo lema para este año 2018:
Dios dice:
“Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente“ del agua de la vida.” Apocalipsis 21,6
¡Un lindo versículo!
Quién no ha experimentado la agradable sensación de poder beber un sorbo de agua fresca después de haber sufrido sed.
El ser humano es un ser sediento. Sediento siempre, y siempre de nuevo. Sediento de más vida, más libertad, más amor, más belleza, más entretención, tener más, poder más, más y más …. Eso vale física- psíquica- y espiritualmente. Hay sed física, psíquica y espiritual y hay refresco físico, psíquico y espiritual. Nuestro cuerpo, nuestros sentidos y nuestra alma y espíritu tienen sed.
¿Con qué calmamos esa sed?
La sed física la calmamos con agua o líquidos fabricados con agua. Siempre y siempre de nuevo.
La sed psíquica tratamos de calmarla con experiencias y sensaciones de amor, belleza, libertad, lecturas etc. Siempre y siempre de nuevo.
¿Y qué calma la sed espiritual?
La experiencia de Dios. El contacto con lo Divino. La experiencia de la Fuente! Esa es seguramente la sensación y experiencia más profunda que el ser humano puede tener.
Jesús dijo esa misteriosa frase a una mujer al lado de un pozo:
“Cualquiera que bebiere de esta agua (del pozo), volverá a tener sed;
mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás;
sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.”
“Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida.”
Me pregunté por qué dice “GRATUITAMENTE”? No hay (casi) nada gratuito en este mundo. La vida es cara y todo tiene su precio. Sin esfuerzo no hay premio. Será distinto en la vida espiritual?
Descubrí dos cosas:
Se trata de una promesa, la cual podemos anhelar y esperar con Fe. Pero muchas veces bajo lágrimas y amenazado por muerte, dolor y clamor.
Pero, como ya lo dije, muchas veces después o durante tiempos de mucha sed, de desesperada búsqueda con muchas preguntas, de tiempos confusos y dolorosos y de muchos esfuerzos. Y parece que ocurre justamente después o durante esos tiempos… (Y por eso valen la pena…)
Nos deseó a todos algunos momentos durante este año. Hoy quizás se podría hablar de momentos de “FLOW” espiritual… Y nos pasará como a aquellos en la parábola que cuenta que alguien al arar se topó con un tesoro en el campo y otro en sus negocios encontró una perla tan preciosa que frente a ello todo el resto de sus bienes empalidecían. Nos deseo esa vida que brota de la fuente divina de agua viva, que satisface la sed del alma. Vale la pena tener sed.
Con saludos muy cordiales,
Pastor Siegfried Sander