Jürgen Leibbrandt nació el 3 de febrero 1947 en Meldorf en el norte de Alemania. Su familia vino en 1951 a Chile y se radicó en Frutillar donde Jürgen creció. Estudió en Concepción y es ingeniero civil metalúrgico. Está casado con Norma Stange. Tiene tres hijos y seis nietos. Trabajó 41 años en CODELCO donde obtuvo una responsabilidad importante en la gestión internacional.
Llegué a la comunidad luterana de Santiago cuando volví de Alemania el año 1980.
Antes había participado en las comunidades en Frutillar, Osorno y en Concepción. En la comunidad de Concepción participé justo cuando llegó Helmut Frenz. Fuimos a trabajar con él en los campamentos. Ayudamos a personas pobres.
Me casé en la iglesia en Puerto Montt y mis hijos fueron bautizados en Puerto Montt, en Osorno y Santiago.
Como estudiante había conocido a Julio Lajtonyi en Osorno. Él me invitó a participar activamente en la comunidad Santiago en los años 80.
De regreso de Alemania en 1987 me invitaron a trabajar en el directorio junto con Julio Lajtonyi y Walter Brien. Fui vicepresidente cuando Walter Brien era presidente. En este tiempo abrimos un hogar para estudiantes universitarios, el hogar Martín Lutero. Hice las gestiones y la campaña para reunir los fondos para comprar la casa en que funcionó el hogar. También fui muchos años tesorero de la Fundación Luterana.
Cuando Walter Brien dejó el cargo como presidente, asumí esta función. Hacíamos muchas cosas constructivas y reconfortantes.
En los últimos seis años fui presidente de la ILCH y con ello también muy activo en el CILCH. El proyecto más importante fue el desarrollo de una organización paragua para juntar a la ILCH con la IELCH. Mantenía las relaciones con las instituciones importantes internacionales como la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD), la Federación Luterana Mundial (FLM) y la obra Gustavo-Adolfo.
Gestioné la llegada de la pastora Hanna Schramm como vicaria a nuestra comunidad junto con el obispo Siegfried Sander. Además fui responsable por la fusión de nuestro hogar de ancianos con el otro hogar de ancianos del Frauenwerk en el nuevo hogar Residencia Las Hualtatas.
Para mí ha sido grato realizar distintos proyectos como el hogar Martín Lutero, el apoyo al Colegio Albert-Schweitzer, el apoyo a la labor de diaconía o instalación de la pastora Hanna Schramm, primera mujer pastora en la ILCH.
Ha sido un agrado para mí experimentar que la iglesia funciona por la generosidad de la gente. Siempre podemos hacer lo que queremos hacer. Ayudamos también a otras comunidades en periodos de crisis. Esto es muy reconfortante cuando tienes cargos de responsabilidad.
Además siempre me ha gustado asistir a los cultos en nuestra comunidad.
Cuando discutimos los nuevos estatutos de la ILFECH se produjeron peleas, controversias y descalificaciones también hacia mi persona. Los ataques de las personas fueron injustificados, sobre todo de personas que ya no participan en la comunidad.
Pero hoy en día la gran mayoría de la gente está a favor de lo propuesto para el acercamiento entre ILCH e IELCH.
Somos seres sociales. Parte de esto es estar en tu iglesia. Eso te permite tener más contacto con tus pares
En lo espiritual en las conversaciones con los pastores he encontrado respuestas para mi vida. Si no hubiera estado en la comunidad mi vida no hubiera sido la misma.
He disfrutado organizar cosas y motivar a las personas a hacer cosas de beneficio común. Para mi es importante armar cosas que sean un aporte a la comunidad. Deberíamos construir y no destruir. Odio la enemistad, tiene que haber entendimiento y amor entre las personas, en eso se expresa ser cristiano.
Espero que sea una iglesia que crezca y que sea una comunidad pluralista donde haya espacio para todos. Espero también que podamos motivar más a la juventud de participar en la iglesia.
Mi sueño es que las comunidades El Redentor y La Reconciliación sean un día una comunidad. Siento que mucha gente comparte esta idea. Un acto simbólico sería construir el nuevo templo juntos.
Espero que haya menos segregación entre las personas.
Además deseo que nuestra comunidad siga teniendo buenas relaciones con la EKD, la FLM, y la obra Gustavo Adolfo y la ILCH tenga 100% reconocimiento de la EKD como iglesia.