(Más abajo en alemán)
Mi nombre es Erika Igogeit Dowidat. Nací el 4 de mayo de 1935 en Ostpreussen, cerca de la frontera lituana.
En agosto de 1944 comenzamos a huir de los rusos y llegamos hasta la región de Lübeck en 1946.
Tuvimos la posibilidad de emigrar a Chile. El 23 de noviembre de 1950 tomamos el barco argentino “Salta” de Hamburgo a Buenos Aires. En el tren fuimos atravesando la “Pampa” hacia Bariloche. Seguimos en bus y llegamos finalmente el 12 de enero 1951 a Frutillar. Llegamos desde el frío a un clima exquisito de verano.
Desde 1952 asistí el Lehrerseminar en Santiago. En este tiempo conocí a mi esposo. Ahora tengo una familia con cuatro hijos, nueve nietos y dos bisnietos.
Eramos miembros de la iglesia, pero prácticamente fuimos solo en navidad a la iglesia.
Eso se cambió cuando mis hijas asistieron a las clases de confirmación (1977-1979). Insistieron que les acompañaba al culto.
El pastor Günther Weber trabajaba en nuestra comunidad en este tiempo. Las predicas y canciones antiguas y lindas me impresionaron mucho. Las canciones ya había conocido en mi tiempo de colegio y confirmación. En aquel tiempo (en Alemania) íbamos, mis padres, mi hermana Elsa y yo siempre al culto y cantamos en el coro de la iglesia.
Llegó de visita a la iglesia El Redentor el pastor Werner Honsalek y realizó entre otras cosas un seminario de familia, al cual asistí. Me di cuenta que necesito a Jesús como mi Redentor.
Una señora me invité a participar en la Frauenstunde, que en este tiempo ya existía, dirigida por Teresa Weber. Así llegué a la Fe. Desde entonces nos juntamos constantemente, los miércoles, en la “Frauenstunde”. Tratamos un tema cristiano. En este momento estamos leyendo los Salmos, después hay kuchen y café. Al principio nos juntamos en el departamento pastoral en Lota, más tarde en distintas casa, ahora nos juntamos en la sala comunitaria. Vivimos mucho juntas. Muchas ya se fueron. Nuevas llegaron, nadie quiere perder un miércoles.
Cuando el grupo es a veces más chico se comparte también preocupaciones y alegrías personales. Nuevos integrantes son muy cordialmente bienvenidos. La única condición es que hablamos alemán.
¿Mis deseos? Que nuestra comunidad, nuestra iglesia, se sujete en la Palabra de Dios, la Biblia.
Erika Igogeit Dowidat, Santiago, 28.06.16
Mein Name ist Erika Igogeit Dowidat und wurde am 4. Mai 1935 in Ostpreussen, nahe der litauischen Grenze geboren.
Im August 1944 fing unsere Flucht vor den Russen an, wir kamen bis in die lübecker Gegend (1946).
Wir hatten die Möglichkeit nach Chile auszuwandern. Am 23. November, 1950 fuhren wir mit dem argentinischen Schiff, “Salta” von Hamburg ab nach Buenos Aires. Mit dem Zug fuhren wir durch die “Pampa” nach Bariloche. Dann ging es weiter im Bus und kamen endlich am 12. Januar, 1951 in Frutillar an.
Wir kamen aus der Kälte in ein herrliches Sommerwetter.
Ab 1952 besuchte ich das Lehrerseminar in Santiago. Während dieser Zeit lernte ich meinen Mann kennen. Jetzt habe ich eine Familie von 4 Kindern, 9 Enkelkindern und 2 Urenkeln.
Wir waren Kirchenmitglieder, gingen aber praktisch nur zu Weihnachten in die Kirche.
Das hat sich aber geändert, als meine beiden Töchter in den Konfirmandenunterricht gingen (1977 – 1979). Sie bestanden darauf, dass ich zum Gottesdienst mitging. Während dieser Zeit war Pfarrer Günther Weber in unserer Gemeinde tätig. Die Predigten und die schönen alten Lieder beeindruckten mich sehr. Die Lieder kannte ja aus meiner Schul- und Konfirmationszeit. Damals (noch in Deutschland) gingen wir immer, die Eltern, meine Schwester Else und ich, in den Gottesdienst und sangen auch im Kirchenchor.
Während dieser Zeit kam ein Pfarrer, Werner Honsalek, zu Besuch in die Erlöserkirche und hielt unter anderem ein Familienseminar ab, zu dem ich auch ging. Ich merkte, dass auch ich Jesus als meinen Erlöser brauchte.
Eine Dame sprach mich an und lud mich zur Frauenstunde ein, die damals schon bestand unter der Leitung von Teresa Weber. So bin ich zum Glauben gekommen.
Seitdem halten wir regelmässig am Mittwoch unsere Frauenstunde. Wir behandeln jeweils ein christliches Thema. Im Moment lesen wir die Psalmen. Danach gibt es Kaffee und Kuchen. Wir trafen uns zunächst in der Pfarrwohnung in Lota, später in verschiedenen Häusern, jetzt im Gemeindesaal. Wir haben schon viel miteinander erlebt, viele sind schon gegangen. Neue dazu gekommen, keiner möchte einen Mittwoch versäumen.
Wenn die Gruppe manchmal klein ist, werden auch persönliche Sorgen oder Freuden mitgeteilt. Neue Mitglieder sind herzlich willkommen! Die einzige Bedingung ist, dass wir deutsch sprechen.
Was ich mir wünsche? Dass, unsere Gemeinde, unsere Kirche festhält an Gottes Wort, die Bibel.