“En el desierto preparen el camino del Señor; Miren! Dios el Señor viene con poder”.
Isaías 40,3a.10
Siento una pequeña resistencia en mí, – ¿Puedo preparar el camino? ¿Tengo los medios? ¿Tengo la capacidad? ¿Tengo el tiempo?
Recuerdo cuando di el examen oral en teología práctica. Había invertido harto tiempo de preparación y pasé el examen, pero sentía que el resultado no reflejaba el esfuerzo y tampoco mi interés por la teología práctica.
Aun así, no dejé de preparar los otros exámenes que quedaban en el camino. Prepararse para un evento importante, una prueba o el comienzo de una nueva vida aumenta la posibilidad de que el proyecto o el evento resulte.
Pero hay cosas que suceden inesperadamente y las preparaciones previas no ayudan o no tuvimos tiempo para prepararnos y tenemos que reaccionar espontáneamente.
María y José no podrían prepararse para el nacimiento de Jesús. Sucedió como nos cuenta el evangelista Lucas en un viaje a Belén. No tenían medios para acogerlo. “No había lugar en el albergue”, no había un lugar adecuado para mantener el bebe protegido. No había lugar para que naciera, pero nació igual. “Dios el Señor viene con poder.” Dios viene con tanto poder que acepta ser rechazado. No espera preparaciones, ni una recepción gloriosa. Acepta todas las miserables condiciones de su llegada, traspasa los obstáculos. Confía ser encontrado por los seres humanos. Habita entre nosotros.
¿Cuál es entonces el camino que el autor de Isaías 40 llama a los exiliados en Babilonia a preparar 550 años antes? Ellos se encontraban lejos de su patria, el templo, el lugar de la presencia de Dios destruido. Encontrarse con Dios, parecía algo incierto, hasta imposible. Pero la fe en su presencia y en su actuar se mantenía viva en algunas personas, uno de ellos es el autor de estas palabras. El exilio y la destrucción del templo, el desierto de fe no significan que Dios no puede habitar entre ellos. Hay un camino “en el desierto” que permite el nuevo encuentro con Dios ¿Será el camino a su corazón, a su capacidad de creer que se trata de preparar para darse cuenta de su presencia?
¿Será que hoy este camino que podemos preparar es el de la confianza que Dios realmente está entre nosotros compartiendo en lo bueno y lo malo, compartiendo mis angustias, conociendo mi tristeza y dudas en el desierto de mis pensamientos? ¿Será que esta preparación de camino consiste en descubrir a Jesús como viene y comparte conmigo y recibirlo en su fragilidad cómo María y José lo acogieron? – Pues, Dios viene con poder.
Les deseamos una bendecida preparación de su camino en la tercera semana de Adviento
Les invitamos a los cultos como espacio de preparación.
Iglesia El Redentor:
A las 10:30 hrs en alemán.
A las 12:00 hrs en castellano.
Ambos cultos con la Pastora Hanna Schramm
Iglesia San Pablo:
A las 12:00 hrs en castellano con el Pastor Esteban Alfaro.
Equipo Pastoral.